martes, 29 de enero de 2013

Nuestra Fe Nos Llama


Querido amigo de Israel,
Quiero desearle un feliz año nuevo bendito. A medida que apoyamos a Israel y servimos a los judíos necesitados en todo el mundo, todos estamos profundamente agradecidos con los fieles amigos que hacen posible nuestro trabajo en La Fraternidad. Durante el año 2012, gracias a la bendición de Dios, se otorgó la ayuda vital de La Fraternidad a más gente que nunca.

El año que comienza estará lleno de grandes retos para el Estado judío. Irán sigue emitiendo amenazas contra Israel y continúa trabajando arduamente para lograr la capacidad nuclear. La operación Pilar de Defensa del mes de noviembre, impulsada por los incesantes ataques con cohetes contra Israel por los terroristas de Hamás, fue un claro recordatorio de que Israel debe estar constantemente en guardia contra las amenazas que la rodean. Así también, cuando en el mismo mes se le concedió a la Autoridad Palestina el estatus de Estado no miembro de la ONU, vimos una vez más que el "socio para la paz" de Israel no tiene ningún interés verdadero en la diplomacia honesta y el compromiso.

Mientras tanto, al comenzar el año, los judíos en la antigua Unión Soviética — incluyendo muchos sobrevivientes del Holocausto — se enfrentan a uno de los inviernos más duros de la historia. Hasta ahora, más de 1.000 rusos han muerto o han sido hospitalizados debido a las heladas temperaturas, y las peores condiciones climáticas están aún por venir. La Fraternidad está trabajando incansablemente para proporcionar cobijas y calefacción a las personas que sufren, así como a los ancianos israelíes pobres que a menudo tienen que elegir entre medicinas vitales o calefacción.

Al pensar en el trabajo que estamos haciendo para aliviar la difícil situación de los más necesitados y vulnerables, recuerdo que es bastante fácil sentirse abrumado por las malas noticias y olvidar las cosas buenas que suceden todos los días gracias a la generosidad de quienes nos apoyan. El año pasado, por ejemplo, nuestro programa En Alas de Águilas ayudó a que miles de judíos hicieron la aliyá a su patria bíblica, escapando de la pobreza y la opresión. Asimismo, se colocaron nuevos refugios antibombas a lo largo de Israel, lo que significa que los niños, las familias y los ancianos israelíes podrán encontrar un lugar protegido en caso de nuevos ataques terroristas. A través de los programas de La Fraternidad, Centinelas de Israel e Isaías 58, el año pasado se pudo alimentar a más judíos hambrientos en Israel y la antigua Unión Soviética que nunca antes.

Nuestra fe nos llama a creer que Israel prevalecerá a pesar de sus dificultades. Esto no quiere decir que debemos cultivar un optimismo ciego ante el mal o que hace caso omiso de la historia. Israel, más que la mayoría de las naciones, conoce la locura de tal optimismo barato. No, me refiero al tipo de esperanza que encuentra su mejor expresión en las palabras del salmista: "Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar." (Salmo 46:1-2)

Mis amigos, depositamos nuestra esperanza en un Dios benévolo que nunca abandona a Sus hijos, un Dios que es soberano en todo momento, no sólo en nuestras vidas, sino también en el mundo entero. En el año que comienza, comprometámonos nuevamente a mejorar nuestro mundo a través de la oración, el apoyo material y la acción. En nombre de todos nosotros en La Fraternidad, le doy las gracias por su generoso corazón para con los hijos de Dios.

En oración pidiendo por shalom, la paz, y por bendiciones para el Año Nuevo,
Rabino Yechiel Eckstein

Fuente: http://www.fraternidadinternacional.org/site/PageServer
Más informaciones: http://momentosentierrasanta.org/

CON NUESTRA FE, PODEMOS AYUDAR ISRAEL Y EL PUEBLO ESCOJIDO DE DIOS.
¡SHALOM!

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