jueves, 25 de abril de 2013

Yom Yerushalayim: El Día de Jerusalén

Festejos del Día de Jerusalén en 2004.

Estimado amigo de Israel:
A partir del 8 de mayo al atardecer, Israel marca el Yom Yerushalayim – el Día de Jerusalén – la conmemoración de la liberación milagrosa de la Ciudad Santa durante la Guerra de los Seis Días en 1967.

Es uno de los relatos más cautivadores de la historia de Israel. En 1967, Egipto bloqueó los estrechos de Tirán, estableciendo un dominio absoluto sobre los embarques dentro y fuera del muy importante puerto de Eilat, al sur de Israel. De forma conjunta, los ejércitos de Egipto, Jordania, Siria, Irak y el Líbano se preparaban para el ataque en las fronteras del pequeño Estado judío.

A Israel se le presentó dos difíciles alternativas: esperar a ser invadida o luchar en defensa propia. Sabiendo que su propia existencia estaba en peligro, eligió la segunda opción. La subsecuente batalla, la Guerra de los Seis Días, terminó en una impresionante victoria por parte de Israel, que resultó en la reunificación de Jerusalén bajo el control israelí.

Pero, ¿por qué fue divida Jerusalén? Hay que recordar que, incluso después de la formación del Estado de Israel, el destino de Jerusalén estaba todavía en duda. Durante la guerra que siguió a la declaración de independencia de Israel en 1948, Jordania tomó el control de la ciudad y anexó la parte oriental, incluyendo la Ciudad Antigua.

En sus miles de años de existencia, Jerusalén nunca había estado dividida, y esta división fue devastadora para la ciudad y la vida de sus habitantes. Tras la captura del Este de Jerusalén por las fuerzas árabes, el barrio judío de la Ciudad Antigua fue destruido y sus habitantes fueron expulsados. Un gran número de sinagogas quedaron igualmente destruidas y el antiguo cementerio judío en el Monte de los Olivos fue profanado. A los judíos, se les negó el acceso a sus sitios sagrados, incluyendo el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado de todo el judaísmo. El acceso de los cristianos a los lugares sagrados en la Ciudad Antigua fue severamente restringido. Los francotiradores jordanos situados sobre las murallas de la Ciudad Antigua disparaban a los israelíes a voluntad al otro lado de la línea de armisticio.

Y, ¿cómo luce Jerusalén hoy en día, ahora que la ciudad ha estado unida durante 45 años bajo el gobierno de Israel? El contraste es fuerte. Es una ciudad activa, a veces caótica, rebosante de actividad y comercio. Es un lugar donde la libertad religiosa está escrita en la ley y es respetada en la práctica, donde judíos, cristianos y musulmanes viven juntos y tienen libertad de culto de acuerdo a sus creencias. Es una ciudad donde se respeta la historia antigua, pero se permite que la vida moderna florezca. No hay ningún lugar que conozca en el mundo donde el equilibrio entre lo antiguo y lo moderno es tan respetado como lo es en Jerusalén.

El salmista escribió: "Ah, Jerusalén, Jerusalén, si llegara yo a olvidarte, ¡que la mano derecha se me seque! Si de ti no me acordara, ni te pusiera por encima de mi propia alegría, ¡que la lengua se me pegue al paladar!" (Salmo 137:5-6). Para mí, este es uno de los pasajes más conmovedores de las Escrituras, que expresa de manera bella y con gran intensidad el anhelo del pueblo judío por su capital ancestral durante los siglos en el exilio. Hoy en día, junto con los judíos de todo el mundo, doy gracias a Dios porque hemos visto el día en que ese anhelo se ha cumplido.

Con oraciones pidiendo por shalom, la paz,
Rabino Yechiel Eckstein

Fuente: http://www.fraternidadinternacional.org/site/PageServer
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¡Ore por la paz de Jerusalén y bendiciones!
¡Shalom!

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