martes, 28 de agosto de 2012

El Juego de la Espera

Querido amigo de Israel,
A medida que el verano comienza a disiparse, pasamos mucho de nuestro tiempo esperando.  Los alumnos están esperando, algunos con temor y sus padres con entusiasmo el comienzo de un nuevo año escolar. Los judíos  esperan ansiosamente los Días Más Sagrados de Rosh Hashanah y Yom Kippur el próximo mes.  Muchos agricultores, con sus cultivos casi en ruinas, esperan desesperadamente la lluvia que nunca parece llegar.
A lo largo de los EE.UU., personas de todo el espectro político están esperando ver el resultado de las elecciones presidenciales en noviembre. Y el mundo libre está a la espera de ver si finalmente Irán construirá las armas nucleares que parece estar empecinado en tener, y si Israel se verá obligado a atacar preventivamente para neutralizar esta amenaza que se asoma sobre su existencia.
El mundo también espera ver si los países árabes tomarán un giro completo hacia el fundamentalismo islámico. Un miembro de la Hermandad Musulmana ahora gobierna Egipto, donde 17 soldados fueron asesinados por terroristas a principios de esta semana. Cuanto más se apodera el fundamentalismo islámico de esta región, mayor es la amenaza para Israel, la única democracia en el Medio Oriente.
Esperar siempre ha sido y siempre será una parte muy importante de nuestras vidas. Debemos aceptar este hecho y ocuparnos de cómo esperamos. Esperar nos pone impacientes e incómodos. Es difícil vivir con incertidumbre, especialmente cuando se sabe que muchas cosas están fuera de nuestro control. Nuestro primer impulso sobre todo cuando los eventos están ocurriendo en un escenario global es apretar los dientes y aguantar pasivamente hasta que se resuelva el problema.
Sin embargo, como personas de fe, creo que somos llamados a algo más. Aunque nuestros recursos puedan ser limitados, tenemos las promesas de Dios y Su presencia que siempre está con nosotros, no sólo como consuelo pasivo, sino como  fuente activa de fortaleza. Pienso en las palabras de Dios a Josué justo antes de que los israelitas entraran a la Tierra Prometida. Habían estado vagando durante 40 años, en espera del cumplimiento de la promesa de Dios. Moisés había muerto y Josué acababa de asumir el liderazgo del pueblo. Allí estaba él, al punto de ver cumplida la promesa de Dios, esperando saber qué iba a pasar. En este momento crítico, Dios le dijo: “Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas.” (Josué 1:9)
Esta es la actitud que debemos asumir hoy, mostrando fortaleza en nuestras convicciones y permaneciendo siempre osados y valientes en nuestras acciones. No podemos simplemente contener la respiración, o sumirnos en la frustración por acontecimientos que parecen estar fuera de nuestro control. En tiempos de incertidumbre y espera, debemos mantenernos firmes en nuestra fe. Ciertamente, esto no significa adoptar un optimismo superficial de que las cosas saldrán bien. Sabemos que el mundo está lleno de peligros, y que podría haber pruebas delante de nosotros. Por el contrario, confiar en Dios significa permanecer fiel en medio de esas pruebas, incluso a pesar de ellas. Esta es una lección que nos será muy útil, no sólo hoy sino siempre, en los buenos y en los malos tiempos.
En oración pidiendo por shalom, la paz,
Rabino Yechiel Eckstein
Fuente: http://www.fraternidadinternacional.org/site/PageServer
Donación: https://secure3.convio.net/ifcj3/site/Donation2?df_id=1620&1620.donation=form1&s_src=SPComm&s_subsrc=EAX1012XXSGXX&JServSessionIdr004=blokthy5s2.app333b
Momentos en la Tierra Santa: http://momentosentierrasanta.org/

¡Bendiciones y Shalom!

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