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viernes, 18 de noviembre de 2011

Bendiciones

Su colaboración con La Fraternidad es de verdad un regalo vital para los judíos de muchas partes del mundo que pasan grandes dificultades.

Todos los días doy gracias a Dios por ustedes y por su apoyo económico a los programas de socorro que llevan bendiciones de ánimo y paz al pueblo de Dios.

Para nosotros es un gran privilegio poder llevar esa clase de sustento vital. No obstante, no dejo de sentir gran pesar en mi corazón por los muchos descendientes de Abraham que necesitan amigos compasivos como ustedes.

    Personas como Yevgeniya, anciana que vive en la antigua Unión Soviética, quien pasa grandes penurias para mantener a su familia con la pensión de $134 mensuales que recibe. Pero gracias a ustedes, La Fraternidad (por medio de Isaías 58) provee de víveres, ropa y cobijas a Yevgeniya y su familia. O como el caso de Leah, madre sin pareja que vive en Israel y que trabaja muy duro para ver a sus dos hijos, pero que se veía forzada a decidir entre comprar medicinas que necesitaba o comprar comestibles para sus hijos. Pero gracias al ministerio de los Centinelas de Israel, Leah ya no se ve forzada a tomar esa decisión. O si no el caso de Rosa, que sufrió mucha persecución en su patria. Pero gracias a los donativos de los colaboradores de nuestro programa En alas de águilas, Rosa pudo emigrar a Israel, y ahora ella puede seguir su fe sin temor.

Con el apoyo económico que ustedes dan a La Fraternidad, podemos llevar ánimo, consuelo y paz al pueblo de Dios: los judíos pobres de Israel, los judíos huérfanos de la antigua Unión Soviética, los judíos que anhelan volver a Tierra Santa para escapar de la opresión y muchos otros judíos por todos el mundo.

Muchas gracias por su generosidad y liberalidad. Es mi deseo que esta temporada esté llena de gozo para ustedes y sus seres queridos.

En nombre de todos aquellos cuyas vidas ustedes bendicen, es mi oración que las siguientes palabras de la Biblia sean una realidad en sus vidas: «Que desde Sión los bendiga el Señor, creador del cielo y de la tierra» (Salmo 134:3 NVI).
En oración pidiendo por shalom, la paz,
Rabbi Sig
Rabbi Yechiel Eckstein
Presidente

PD Como se acerca el fin del 2011, quisiera instarlos a que hagan un donativo especial de fin de año para los programas de ayuda humanitaria de La Fraternidad, que existen para bendecir a Israel y al pueblo judío de todo el mundo.

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